¡Hola, mundo!

Jul 9, 2021
Bienvenido A SALUDDEVIDASANA.
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Vivir más feliz es vivir más sano

Normalmente compartimos muchos consejos y  Recetas para vivir de forma sana… pero la felicidad también tiene que ver con la salud. <estudios  demuestran que las personas felices viven más sanas y viceversa, ya que la salud y el bienestar nos facilitan alcanzar la felicidad. Por ello, hoy compartimos nuestros 10 consejos para vivir más sano y feliz.

1 . Crear una visión de nuestra vida por la que valga la pena vivir

2 .Procuremos tener siempre una meta, para saber hacia adónde vamos y cómo avanzamos en esa dirección.

3 . Pensar en positivo

No hay que pensar en lo que no podemos hacer sino en lo que PODEMOS hacer.

4 . Seleccionar alimentos saludables y aprender a cocinarlos

Eliminemos la comida basura de nuestras vidas. Leamos las etiquetas antes de comprar los productos y mantengámonos alejados de de los alimentos con alto contenido en azúcar. Comer bien nos hace más felices.

5 . Reducir la velocidad al comer

Comer despacio y apreciar las texturas y sabores no solo contribuye a nuestra felicidad sino que mejora el funcionamiento de nuestro aparato digestivo.

6 . Hacer algo de deporte cada día

La actividad física no solo equilibra lo que comemos sino que además disminuye el estrés mediante el aumento de Endorfinas, también conocidas como la “hormona de la felicidad“.

7 . Meditar

Debemos encontrar un lugar tranquilo todos los días para sentarnos, relajarnos y no pensar en nada. ¿Es de los que tiene problemas para dejar de pensar? Trate de repetir un mantra. Sugiere algo así como: “Estoy muy agradecido por todas las cosas maravillosas en mi vida. No tengo ninguna queja” y nos anima a intentar visualizarnos en un entorno maravilloso y relajante rodeado de naturaleza.

8 . Desconectar de vez en cuando
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Del estrés, de los aparatos tecnológicos, de todo. Piense no sólo en la conservación de la energía sino también en su salud (las ondas electromagnéticas pueden resultar muy perjudiciales) y felicidad (la desconexión es necesaria para sentirnos mejor). Apague el teléfono móvil cuando no lo necesite.

9 . Pasar tiempo en la naturaleza

Siéntese en su jardín o debajo de un árbol en un parque cercano. Escuche los sonidos, sienta el viento en su piel, los olores que le rodean…

10 . Crear un hogar sano

Tener una casa ordenada también contribuye a la salud y el bienestar. Reparar algo cuando se rompe, poner aceite a una puerta que chirría, deshacerse de las cosas que no necesitamos… son cosas que contribuyen a sentirnos mejor.

Y como regalo…

11. ¡Pasarlo bien!

Divertirse y disfrutar es esencial para estar sano y ser feliz. ¡No hay que olvidarlo nunca!

Qué hábitos pueden ayudarnos a mantenernos sanos?

Para poder mantener, a lo largo de los años, una buena salud y una calidad de vida lo más elevada posible, es necesario adoptar en el día a día una serie de hábitos saludables que nos ayudarán, dentro de lo posible, a gozar de ese estado de bienestar físico, mental y social.

Ello implica, entre  otras recomendaciones:

  • Seguir una dieta variada y equilibrada, que nos provea de los nutrientes y calorías que nuestro organismo necesita para mantenerse sano.
  • Hidratarnos regularmente, ingiriendo líquido abundante.
  • Dormir un número de horas suficiente
  • Practicar ejercicio físico de manera regular.
  • Moderar el consumo del alcohol y evitar el tabaco.

A pesar de ello, según el CIS, solo el 29,3% de la población española practica deporte a diario y la mitad de los españoles reconocen hacer solo tres comidas al día (50,4%), en vez de las cinco recomendadas por los nutricionistas.

Además, el 35,7% de la población asegura que duerme menos de lo que solía cinco años atrás, mientras que un tercio de los españoles (30%) reconoce que toma medicamentos sin la debida prescripción médica. Por otra parte, también uno de cada tres españoles (28,7%) fumó cigarrillos durante las cuatro semanas anteriores a la encuesta.


¿Cómo debe ser nuestra alimentación?

Algunas de las patologías más comunes hoy en día en los países desarrollados como España están directamente vinculadas a los hábitos alimenticios y nutricionales de las personas: los problemas cardiacos, la hipertensión arterial, la osteoporosis, la diabetes, la obesidad, los trastornos digestivos… Al mismo tiempo, ha disminuido la edad en que la población comienza a sufrirlas. Suele tratarse, además, de problemas crónicos que, una vez que se manifiestan, requieren tratamiento farmacológico.

Por tanto, alimentarse de manera saludable constituye una de las más eficaces herramientas de prevención, con una alimentación variada y equilibrada. Este es el fundamento, por ejemplo, de la dieta mediterránea, capaz de regular el colesterol en la sangre y, al ser muy rica en fibras y antioxidantes, de prevenir problemas cardiovasculares. Así mismo, incluye todos los nutrientes básicos en cantidad adecuada y suficiente:

  • Hidratos de carbono: constituyen la principal fuente de energía y se encuentran en la pasta, el pan, las patatas, los cereales, la pasta y el arroz. Si son integrales, constituyen también una fuente de fibra.
  • Proteínas: son necesarias para que se formen las células y los tejidos del cuerpo. Están presentes en las carnes, pescados, lácteos, legumbres, cereales y frutos secos, entre otros alimentos.
  • Grasas: aportan ácidos grasos esenciales y energía, pero se recomienda moderar su consumo, porque pueden producir un aumento del colesterol o hipertensión, entre otras enfermedades. Se hallan en los aceites vegetales (oliva, girasol, maíz), las carnes con grasa, los lácteos y algunos pescados, especialmente el azul. También, en los dulces y la repostería.
  • Vitaminas y minerales: son necesarios para que nuestro cuerpo lleve a cabo innumerables reacciones químicas a diario y se pueden obtener siguiendo una dieta variada y equilibrada, abundante en frutas y verduras, de las que se recomiendan al menos cinco piezas o raciones al día. Además, los lácteos y el pescado azul son ricos en calcio y la carne roja, mientras que los moluscos, las legumbres y los cereales, lo son en hierro.
  • Fibra: la dieta debe contener al menos 25 gramos de este nutriente que, entre otros beneficios, ayuda a regular el colesterol y el nivel de azúcar en la sangre. Contienen fibra las legumbres, los cereales, los frutos secos y las verduras, frutas y hortalizas.
  • Se han de evitar en la medida de lo posible las grasas saturadas y los azúcares, y se deben sustituir la mantequilla y la margarina por aceite de oliva virgen, que cuenta con propiedades cardiosaludables. También se deben escoger los cereales integrales antes que los refinados, por ser más ricos en fibra, vitaminas y minerales.

La manera en que cocinamos también influye en nuestra salud: la cocción, el vapor, la plancha o el horno constituyen excelentes opciones para cocinar sano; en cambio, hemos de evitar las frituras y las salsas, y no abusar de los alimentos precocinados. Por otra parte, se debe tratar de cocinar y comer sin sal para proteger nuestro corazón.


¿Cuánto ejercicio físico debemos practicar?

Además de fomentar una sensación de bienestar, el ejercicio físico ayuda al corazón a trabajar de manera más eficiente, contribuye a regular el colesterol y la sensibilidad a la insulina, a mejorar el tono muscular y a prevenir la obesidad y el sobrepeso, entre otros beneficios.

Se debe por tanto, huir del sedentarismo y caminar entre media y una hora diaria o practicar tres veces a la semana actividades aeróbicas como el baile, la natación o el ciclismo, para las cuales es recomendable reservar momentos en nuestra rutina diaria o semanal.

Y, además de realizar algún deporte o ejercicio físico, debemos esforzarnos por llevar una vida activa en el día a día. Por ejemplo, es aconsejable caminar en lugar de desplazarnos en coche o subir por las escaleras en vez de tomar el ascensor.


¿Qué normas de higiene son recomendables en nuestro día a día?

Para mantener a raya las infecciones, resulta primordial seguir una serie de recomendaciones de higiene en nuestra rutina, entre ellas:

  • Lavarnos las manos con agua y jabón con frecuencia, pues son el principal vehículo de transmisión de microorganismos. Para eliminarlos bien, debemos limpiar bien entre los dedos y debajo de las uñas. Sobre todo, debemos hacerlo en las siguientes ocasiones:
    • Tras ir al cuarto de baño.
    • Tras estornudar o toser.
    • Tras tocar un alimento crudo.
    • Tras limpiar, desinfectar o usar productos químicos.
    • Tras tocar animales o mascotas.
    • Tras cambiar al niño los pañales.
    • Antes de tocar alimentos.
  • Ducharnos una vez al día.
  • Evitar tocarnos los ojos, la nariz o la boca para no “empujar” los gérmenes dentro de nuestro organismo.
  • Con el fin de evitar propagar las infecciones, al toser o se estornudar, se recomienda cubrirnos la nariz y la bocacon un pañuelo desechable.
  • No compartir alimentos, vasos, cubiertos, pañuelos, etc.
  • Ventilar con frecuencia las habitaciones y otros lugares cerrados para evitar que los microbios se concentren en una estancia. -Cuando una persona se encuentra convaleciente de alguna enfermedad u operación, debe evitar además los lugares cerrados y concurridos, sobre todo en invierno.

¿Cuántas horas debemos dormir?

Durante el sueño, el organismo recupera la energía que consume durante el día además de realizar otras funciones cruciales como segregar la hormona del crecimiento.

Fundamental dormir al menos siete u ocho horas cada noche y, además, adoptar hábitos regulares de descanso: irse a dormir y levantarse todos los días a la misma hora, incluso, si es posible, los fines de semana. Al día siguiente nos sentiremos mucho más enérgicos y mucho mejor.


Cómo podemos prevenir la depresión y el estrés?

A pesar de la importancia para la calidad de vida del bienestar mental y social al que se refiere  según el  uno de cada diez españoles se había sentido deprimido o desdichado muy a menudo o a menudo en las cuatro semanas anteriores.

Para evitar estos sentimientos y también la aparición el estrés, que según puedeN acelerar la aparición de algunas patologías o el avance de una enfermedad crónica, los expertos recomiendan intentar:

  1. Ser positivo. El optimismo es un gran aliado contra la depresión y la ansiedad. Ver el vaso medio lleno puede ser muy beneficioso, además, a la hora de enfrentarnos a circunstancias difíciles, causantes de estrés. Pero, aunque optimistas, también debemos ser realistas y no exigirnos a nosotros mismos ni a los demás la perfección, pues solo lograremos sentirnos frustrados.
  2. Reforzar los círculos sociales. Estar con otras personas, familiares o amigos, ayuda a relajarse y a reducir el estrés.
  3. Buscar apoyo en los demás. Pedir consejo a las personas en que se confía, así como expresar los sentimientos y emociones, tanto las positivas como las negativas, contribuye a sentirse mejor y con mayor confianza para afrontar los problemas.
  4. Organizarse bien el tiempo. Se deben seleccionar las actividades más importantes y eliminar el resto, de manera que también quede tiempo para descansar y estar con la familia y amigos. Planear actividades divertidas para el tiempo de ocio y no llevarse trabajo a casa también es importante.
  5. Relajarse. Debemos tomarnos nuestro tiempo para disfrutar de actividades que nos calmen y sean placenteras. Por ejemplo, realizar ejercicios de respiración, practicar yoga o meditación o, simplemente, sentarse a leer un buen libro, darse un baño relajante, practicar algún deporte, escuchar música…

¿Qué hábitos son desaconsejables?

El tabaco es uno de los hábitos más extendidos entre la población y uno de los más perjudiciales e insanos.

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El cigarrillo puede llegar a contener 4700 productos químicos, 200 venenosos y 43 cancerígenos. Esta composición causa deterioro de la fertilidad tanto masculina como femenina, bronquitis y otras enfermedades respiratorias. Además, aumenta el riesgo de infarto y envejece la piel. Por todo ello, podemos decir que no hay ningún beneficio asociado al hecho de fumar.

Además, una de las particularidades del tabaco es que no sólo resulta nocivo para el fumador, sino que también perjudica a las personas a su alrededor, como niños pequeños o personas mayores, quienes, como fumadores pasivos, se ven afectados por el humo de los cigarrillos. Por lo tanto, la única recomendación que puede darse al respecto es mantenerse alejado de él.

10 consejos para una salud óptima

Las posibilidades de gozar de un pleno bienestar y, por tanto, de una buena salud y una mejor calidad de vida, aumentan si se adoptan en el día a día hábitos saludables como los siguientes:

  • 1. Come de todo y en las cantidades adecuadas.
    La dieta mediterránea es la mejor aliada para cumplir esta premisa. Se caracteriza por un elevado consumo de cereales, frutas, verduras y legumbres; una alta presencia del pescado, y algo menos de carnes blancas y lácteos, así como un consumo bajo de carnes rojas. También prima la ingesta de grasas de origen vegetal como el aceite virgen de oliva o los frutos secos.
  • 2. Realiza cinco comidas al día.
    Desayuna fuerte, almuerza, come bien, merienda y cena ligero. Y hazlo siguiendo horarios regulares y, si es posible, planificando con periodicidad semanal lo que tomarás en cada comida. En general, la moderación debe ser la norma básica.
  • 3. Opta por la cocina sana.
    Recuerda que la cocción, el vapor, la plancha o el horno son excelentes opciones para cocinar de manera saludable sin renunciar al sabor, que puedes potenciar con especias y vinagres, pero sin abusar de la sal. Reserva las frituras y las salsas solo para ocasiones especiales.
  • 4. Hidrátate como necesitas.
    Tu organismo precisa de al menos dos litros diarios de líquidos para mantenerse en forma. Sobre todo, debemos beber agua (de seis a ocho vasos al día), aunque también se pueden tomar zumos naturales, infusiones y caldos.
  • 5. Modera el consumo de alcohol y no fumes.
    No es necesario eliminar por completo el vino y la cerveza, porque ambas bebidas contienen nutrientes saludables, pero los hombres no deberían beber más de dos o tres vasos al día y las mujeres, uno y medio. El tabaco sí debe ser directamente suprimido, pues constituye un factor de riesgo a la hora de desarrollar numerosas enfermedades.
  • 6. Apuesta por la vida activa.
    Huye del sedentarismo. Además de los treinta minutos de actividad física moderada que la OMS aconseja diariamente, opta por incorporar a hábitos como caminar en vez de coger el coche o subir por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
  • 7. Duerme al menos ocho horas al día.
    El descanso es fundamental para nuestro cuerpo. Tu capacidad de concentración aumentará en el trabajo o en clase y te sentirás con mucha más energía para realizar cualquier actividad si duermes al menos ocho horas al día y siguiendo siempre unos horarios regulares.
  • 8. Lávate las manos a menudo con agua y jabón.
    Especialmente después de ir al baño o tras estornudar o toser. Cuida también la higiene al cocinar, evitando, por ejemplo, el contacto entre alimentos crudos y cocinados y manteniendo limpios los utensilios y superficies de cocina. Estas medidas son útiles para prevenir infecciones y contagios.
  • 9. Mens sana in corpore sano.
    Ser optimista y sentirte feliz aumentará tus probabilidades de disfrutar también de una buena salud. Reserva tiempo para actividades placenteras y para relacionarte socialmente. Cuando afrontes un problema, pide ayuda a los demás y no temas expresar tus opiniones y sentimientos a las personas de tu confianza.
  • 10. Acude a revisiones médicas habituales y no te automediques.
    Someterte a chequeos médicos periódicos puede ayudarte a prevenir y detectar de manera precoz la aparición de enfermedades. Además, siempre que sea posible, vacúnate para prevenir infecciones y nunca te automediques. Recuerda que, al tomar antibióticos sin receta médica, puedes estar contribuyendo al aumento de la resistencia de las bacterias patógenas, además de exponer tu organismo a efectos secundarios adversos.
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